El pasado sábado 10 de noviembre se llevó a cabo la primera jornada del Congreso por un nuevo Sindicalismo convocado por organizaciones sindicales que hace bastante tiempo vienen dando una pelea sin tregua por defender los derechos de los trabajadores. Nos referimos a la Unión Portuaria del Bio-Bio (UPBB), al Sindicato Collahuasi, al siempre combativo Sindicato de la Construcción y del Montaje (Sintec), al Sindicato Siteco de Rancagua, a la Confederación de Sindicatos Bancarios y el Sintrac, entre otros, cuya reunión congregó a decenas de compañeros trabajadores y dirigentes sindicales del país en la FAU de la Universidad de Chile. El motivo: delinear las demandas en común que tiene la clase trabajadora a lo largo y estrecho del territorio, como un ejercicio legítimo y necesario después de décadas de inmovilidad y servilismo frente al empresariado, y cuyo horizonte estratégico no es la creación de alguna nueva “central” o algún órgano paralelo, sino por el contrario, un camino de lucha conjunto que oriente y actúe de hecho y en función de una declaración de principios clasista, autónoma, de cara exclusivamente hacia los trabajadores y que sea abiertamente anticapitalista. Todo esto, sin dudas, anteponiendo la horizontalidad sindical y el respeto por las bases, una construcción que sabemos es difícil debido a la des-politización en que se encuentra nuestra sociedad, promovida por la escuela neoliberal de la derecha y fortalecida por los gobiernos pactistas de centro coaligados a la Concertación.
El Congreso fue exitoso
en la medida que abarcó diversos sectores de la producción,
asimismo logró consensuar demandas que por más diversas y
especificas que fuesen -debido al rubro o rama productiva-, se
aunaron en un problema de fondo: La explotación de una clase por
sobre otra. Refundación del Código Laboral, fin a las AFP,
renacionalización de los recursos naturales, huelga efectiva y
legitimación de las negociaciones al margen de la ley, seguridad
laboral, educación para nuestros hijos, y un largo etc, en una
jornada que insistió en la retroalimentación de experiencias y el
respeto por cada uno de los trabajadores asistentes.
La actividad de los
distintos grupos en el Congreso (mineros, portuarios, retail, educación, forestales, etc), devino en la plenaria general,
instancia donde se sintetizó todo lo plasmado en el día y donde se
deliberó en conjunto, discutiendo, reflexionando, pero finalmente
avanzando en un plan común que se consolide en el tiempo y que se
constituya como una presión real al establishment
empresarial, todo consolidado por el apoyo de las bases, ya
que sin ellas terminaría como proyecto vacío y sin poder, y sabemos
que lo que más evita el patrón es tener a sus trabajadores
concientizados y unidos en su contra.
Agradecemos a cada
sindicato que asistió y aportó con un granito de arena al éxito
del Congreso, ya que como sabemos, es difícil motivar a los
trabajadores hoy en día producto de la fragmentación que ha sufrido
el mundo sindical y al descrédito de las mismas organizaciones
obreras generado por las cúpulas traidoras de los partidos, todo lo
cual habla de un imperecedero sentido de transformación que aun
sigue vivo en los corazones de los trabajadores. Agradecemos también
el voluntario y desinteresado apoyo de estudiantes agrupados en la
Secretaría del trabajo de la Universidad de Chile, quienes
estuvieron en todo momento ayudando, limpiando, ordenando y
recepcionando a los asistentes al Congreso. Por ultimo, sólo decir
que ni todo el poder, ni todo el dinero, ni toda la codicia, romperá
el ímpetu de lucha de los trabajadores chilenos que creen en la
transformación de su realidad, porque podrán explotarnos en
nuestros puestos de trabajo y con sus leyes restrictivas, pero la
solidaridad y el deseo de emancipación nunca las podrán extinguir.
TODO LA FUERZA AL
PROYECTO QUE SE EMPIEZA A CONSTRUIR EN ESTE CONGRESO
Se siente, se
escucha...Arriba l@s que luchan!
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