jueves, 6 de noviembre de 2008

Declaración del Colectivo de Agitación Libertaria ante el Paro Portuario de Arica

A partir de hoy, 3 de noviembre, los sindicatos portuarios de Arica SUTRAPEVA, SITRAEPA y SITRAESPORT han declarado un paro indefinido en razón de un petitorio de demandas relacionadas con mejoras salariales, mejoras en las condiciones de trabajo y mejoras en la estabilidad laboral. Como efecto de la movilización, a la hora de la redacción de esta declaración, ya hay varios carabineros heridos y dos detenidos.

Ahora bien, la paralización de las faenas, en la medida que haya solidaridad y coordinación con los demás puertos de la zona norte del país, es sumamente perjudicial para los empresarios pues hoy ha recalado en Arica una importante carga de automóviles, procedentes de Pakistán, que debiesen hacer su arribo al mercado nacional a partir de la semana en curso. Sin embargo, esta paralización ha obstaculizado al menos transitoriamente las descargas de al menos 2.000 automóviles, cuestión que ha puesto nuevamente en evidencia el poder de los trabajadores cuando existe unidad en sus filas. Hay que destacar que esta movilización no sería posible sin la presión de las bases de al menos dos de los sindicatos -SITRAEPA y SITRAESPORT particularmente- toda vez que sus dirigentes, especialmente en el primer sindicato, en otras ocasiones, han dado muestras evidentes de favorecer el diálogo y la conciliación antes que la movilización. Sin embargo, esta vez, las bases superaron a sus dirigentes e hicieron posible la unidad del sector portuario de Arica.

El eje central sobre el cual descansa el petitorio presentado en conjunto por los tres sindicatos tiene como importante precedente la reciente movilización de los trabajadores portuarios de la II Región que lograron un alza significativa de los valores de los tarifados por turno.

En el caso de Arica, esta lucha ha querido ser homologada en virtud de que la crisis económica ha dejado caer con fuerza sus efectos en los trabajadores portuarios disminuyendo su capacidad adquisitiva de forma notoria a la vez que las ganancias de los empresarios portuarios han incrementado sin cesar. Tomemos como botón de muestra de lo anterior lo aparecido en la prensa local [1] al señalar que la empresa Terminal Puerto Arica ha experimentado un incremento del 59% de las cargas transferidas, aumento que no se ha visto reflejado en una mejora en la situación salarial y laboral de los trabajadores portuarios. Es más, esta ha tendido a empeorarse.

Esto explica porqué hoy, como punto principal de reivindicación, los Portuarios de Arica hayan decidido poner como eje central de la discusión con la empresa un aumento del tarifado en orden del 20% (lo cual permitiría igualar, proporcionalmente, lo logrado por los compañeros en Antofagasta). Y, respecto al petitorio, se adjuntan además reivindicaciones relacionadas con el respeto a la Ley 20.001 [2] toda vez que existen cargas procedentes, por ejemplo, de Bolivia que superan los 70 kg en ocasión que la citada ley pone como máximo 50 kg. A todo lo anterior se agregan demandas en orden a mejorar las condiciones de higiene y seguridad del Puerto, a la capacitación y fiscalización de las aptitudes de manejo de maquinaria pesada (pues la Gobernación Marítima ha autorizado el ingreso de personal no calificado -que. por cierto. cobran mucho menos- a la realización de ciertas faenas), bonos y beneficios, entre otros.

A partir del escenario descrito, declaramos lo siguiente:

1. Valoramos que los portuarios estén siguiendo la senda trazada por otros trabajadores (también pertenecientes a las correas estratégicas de producción de la economía nacional como los mineros, los portuarios y los salmoneros) al cuestionar la Ley de Subcontratación que, hoy por hoy, se ha transformado en un "atajo" para los empresarios para vulnerar las ya exiguas leyes de protección laboral (contra accidentes por ejemplo) al desligar a la empresa madre de sus responsabilidades, dando lugar a ususeras empresas contratistas que logran suntuosas ganancias a costa del suministro de trabajadores. Sin embargo, no podemos hablar todavía que el cuestionamiento de la mencionada ley (y de todo el aparataje legal que perjudica a los trabajadores) se sitúe dentro de un plano de ruptura a nivel político estructural que cuestione el orden democrático burgués. Sin embargo, consideramos pertinente que se instale la discusión en el sector pues colaboraría de forma sustancial en la acumulación de fuerzas, justamente en ese plano de ruptura.

2. A la vez, valoramos el hecho de que se recupera terreno en orden a revertir las maniobras divisionistas de los empresarios y se sitúa como primer orden del día una necesaria discusión sobre o tener un Sindicato Único que favorezca a la Unidad o una Federación de los Sindicatos existentes con el mismo propósito.

3. Sea cual sea la receta, lo importante es avanzar en la consecución del petitorio sin desconocer el carácter inmediatista de las mismas demandas contenidas en él. El logro de las reivindicaciones colabora en el desarrollo de una predisposición de cuestionamiento estructural al modelo en orden a situar con más fuerza dos premisas fundamentales: que el modelo no puede ser reformado (a lo más, apaciguado sus efectos por la vía del consenso) y que sólo la unidad de los que luchan da frutos para quienes les toca sufrir los efectos más perniciosos de la crisis. Agregamos a esto sólo como dato, de que en Chile se paga aproximadamente $40 dólares por la misma función que en los puertos de los países "desarrollados" donde se pagan $180 dólares, es decir, en Chile se paga sólo el 25% del valor del trabajo, por la misma función [3]

4. Desde nuestra trinchera, comunista y libertaria, apostamos a desarrollar las tendencias clasistas en el seno del sector portuario en vísperas de una acumulación de fuerzas en el mediano plazo que permita posicionar los ejes citados. No perdemos de vista que todavía queda mucho por hacer, pero por mientras, lo que se hace evidente es que estas movilizaciones sectoriales responden a un mismo estímulo, que no es otro que frenar los efectos de la crisis rechazando las alzas y exigiendo una proporcionalidad salarial.

5. A su vez, el avance en un cuestionamiento que encare al modelo no pasará por el constante encaramiento a las dirigentes de los sindicatos apatronados o de sus centrales pues aquello, si no va acompañado de un trabajo de base real, se transforma en política consignista y autocomplaciente; más bien, de lo que se trata, es de fomentar la organización popular y clasista que se transforme en una correa transmisora de la lucha contra los basamentos mismos del modelo y del sistema. Lo anterior pasa, evidentemente, por la lucha contra la subcontratación y contra la inestabilidad laboral. Todo en el marco, insistimos, de las conquistas en el corto plazo como es la satisfacción de su petitorio.

6. Por último, también es importante señalar que la unidad del sector debe ser encarada a nivel nacional. Si bien, es pertinente fortalecer experiencias a nivel zonal (como la Coordinadora Marítimo Portuaria del Norte) no perdamos de vista que la mejora sustantiva en las condiciones de vida de los trabajadores portuarios pasa por una necesaria unidad a nivel nacional. Lo contrario, sólo colabora a la dispersión y la falta de eficacia. Como sea, la tan necesaria unidad pasa por la necesidad adicional de cimentarla bajo otros parámetros acordes a los tiempos, es decir, acorde a la imperiosa lucha contra las alzas experimentadas en una perspectiva estratégica de unificación de todo el proletariado con miras a la superación revolucionaria del capitalismo.

¡Luchar hasta triunfar!
¡Arriba los que luchan!

Colectivo Agitación Libertaria (Arica-Chile)


Notas:
1. Diario La Estrella de Arica, 29 de Octubre
2. Ley que regula el peso máximo de carga humana
3. Joan Parra Vega "Reflexión en torno a la situación de los portuarios chilenos"

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